miércoles, 11 de abril de 2012

Capitulo 13

Capitulo 13
El comienzo de una noche alocada.

By Ame.

¿Era mi imaginación  o ya había más gente aquí? Además gente que no conocía. La música estaba movida y había gente bailando, Hasta había una maquina de luces y humo que no tengo idea de donde la habían sacado. Buscaba con la mirada pero no veía a Bill por ninguna parte. Fui hasta la el minibar de la sala de estar. Había contratado a un Barman exclusivamente para hoy. Me acerque y el joven tan solo al verme se acerco para preguntar si se me ofrecía algo. Le pedí una copa de Margarita. Con la bebida en mis manos comencé a caminar hacia otra dirección.

-¡HEY!- Gire la cabeza hacia un lado de donde provino un grito casi inaudible por la música.

-¡David! – Ensanche mi sonrisa con tan solo ver al manager de los chicos y buen amigo mío que iba muy bien acompañado de 3 guapas rubias.

-Hola. – Salude en general.

-¿Recuerdas a Cassandra, Maggie y Fanny? – Me pregunto. Conforme decía los nombres señalaba a cada una de las mujeres. ¿Qué si las recordaba? ¡Claro que no! David es tan amiguero que siempre me presentaba a chicas nuevas, todas supuestas ¨Amigas¨

-¡Chicas! ¡Claro que si! ¿Cómo han estado?

-¡Muy bien! ¿Y tú? ¿Nos presentaras a tu amiga? David nos dijo que es el cumpleaños de ella. – Una de ellas me contesto rápidamente.

-Si claro, esta por allá, solo deja que encuentre a Bill. – Le respondí.

-Bill subió. No se a que. Solo dijo que en un momento regresaba. – Intervino David en la conversación

-Oh, gracias. Voy a buscarlo. – Comencé a caminar pero en seguida regrese y me acerque al oído de David.

-En realidad no recuerdo a ninguna de tus follamigas. – Al instante se rio y negó con la cabeza.

-Te refieres a mis amigas

-¡Aha!

-¿Qué? Es la verdad

-No, la verdad es que hoy te vas a divertir. – Le guiñe el ojo y el se puso rojísimo, tanto que lo note aun con la tenue luz, ¡Pero si David no tenia vergüenza!  Me fui buscando a Bil, dejándolo riendo como siempre que se tocaba el tema.

Me coloque entre la gente a la cual saludaba por ser buena anfitriona. Cuando ya no había gente en mi camino y Bill aun no bajaba subí yo.

Entre a nuestra habitación y su silueta fue lo primero que vi, estaba sentado en el suelo con un libro entre sus manos.
-¿Bill? – Mi pelinegro volteo, al parecer estaba distraído. Esbozo una enorme sonrisa y me señalo con la mano que me acercara a el.

-¿Qué haces?- Me senté a su lado y me di cuenta que lo que tenia entre sus manos era un álbum de fotos.

-Vine por mi celular y no se, me puse a ver estas fotos. – No era un secreto que Bill estaba hecho a la antigua en lo que amor se refiere. Ese álbum estaba lleno de fotos exclusivamente de nosotros dos. Llevaba notitas románticas dirigidas a mí, estaba re tierno. Me lo regalo para uno de nuestros aniversarios de meses. Cambio de pagina donde estaba una foto de el pequeñito, un bebe calvito junto a una mía también de bebe. Automáticamente sonreí.

-¿Cómo crees que luzca un bebe nuestro?- Le pregunte

-Si sale a mi estará hermoso. – Ni siquiera pensó en su respuesta

-¡Que modesto! ¿Y si sale a mí?

-Ehh. –Vacilo – Estará aun mas hermoso.- Se rio,

-Eres un tonto.

-Pero soy tuyo. ¿Verdad?

-Si, eso es lo más importante.

 Ambos nos acercamos al otro como si fuera obra de algún tipo de magnetismo, ronzamos los labios el otro con delicadez y ternura hasta unirnos en un beso que poco a poco subió a un ritmo ansioso por parte de Bill, casi se me dificultaba seguirle. Me pareció extraña pero quien era yo para negarle a ese hermoso ser mis labios. Me deje llevar y terminamos en el suelo alfombrado, el encima de mi, comencé a sentir escalofríos en uno de mis muslos por las carias que me daba. Cole mis manos en su camisa y roce con las yemas de mis dedos la suave piel de su espalda, sentí como mis toques lo hacían estremecer, ya que su espalda es su punto débil. Bill mordió mi labio inferior sensualmente para después depositar besos húmedos en mi cuello que me hicieron estremecer a mí.

-¿Te das cuenta que llevamos dos días sin hacerlo?- Me susurro al oído haciendo chocar su aliento y sentí un calor entre mis piernas que me confirmaba lo que decía.

-¿Enserio? ¿Tanto tiempo? – Busque sus labios y jugueteamos con nuestras lenguas, haciendo ese sonido húmedo tan excitante. Puso su mano tras mi espalda y me arquee un poco. Lentamente ambos erguimos nuestros cuerpos y después de la nada me tomo entre sus brazos y comenzó a caminar hasta dejarme delicadamente sobre la cama.

-Me has cambiado por Jasmin. – Mi risa choco contra sus labios.

-Eso es mentira. Solo he estado muy cansada.

-¿Y estas cansada en este momento?

-Ehhm… - Me separe de sus labios negando con la cabeza sonriente. –Pero tenemos invitados.

-Mierda. – Bill tomo un respiro. – Es cierto.- se recostó en mi pecho sin cesar las caricias y los besos, que bueno… me estaban poniendo. Ambos nos quedamos disfrutando del calor del otro en absoluto silencio. La música abajo estaba fuerte demasiado fuerte. Dudo mucho que alguien escuchara o que alguien subiera...

En un movimiento rápido hice que giráramos y yo quede sobre el. Sin preámbulos comencé a trabajar en la hebilla de su cinturón y desabrochando su pantalón. Volví a chocar nuestros labios mientras con mis manos estimulaba a Bill, sintiendo como su miembro se ponía cada vez mas rígido. Con cada beso me dedicada suaves suspiros llenos de deseo. Cuando su pene estaba totalmente erecto me separe de el y me acomode de rodillas entre sus piernas. Lo que estaba apunto de hacer, era algo que no era nuevo para mi. Algo que a muchas les daría asco, pero vamos, hablábamos de Bill Kaulitz. Además de ser el hombre mas hermoso era mi novio y había confianza total, era parte de nuestra intimidad y solo con saber que yo le causaba tanto placer me derretía por dentro.

Tome su miembro entre mis manos y me fui acercando a el, dándole lametones en la punta para después lenta y cuidadosamente introducirlo en mi boca. Subía y bajaba una y otra vez  impregnando su hombría con mi saliva. Gemidos ahogados y uno que otro gruñido escapaba de parte de Bill y una que otra vez sentí su mano en mi cabello marcando los movimientos.




-Aghhh. Ame…- Hablo mi moreno entre jadeos. –Me voy a…aghh… Correr. – Con tan solo escuchar eso me separe de el. Escuche como se vaciaba y vi como su semen impregnaba las sabanas de la cama, esas irían directo a la lavadora. Bill se tumbo bocarriba en la cama con la respiración un poco agitada. Gatee por la cama hasta estar junto a él, lo abrace mientras le daba besos en el cuello.

-¿Bill? –Le tomo unos segundos contestarme un simple ¨ ¿Ahm?¨ y después beso mi frente dulcemente

-Tenemos que bajar.

-Esta bien, solo dame un minuto.

-Okay. – Estuvimos un rato mas acurrucándonos hasta que yo fui quien se levanto de la cama para acomodarme un poco el cabello. Tome el vaso de margarita que había dejado en el suelo y me lo lleve a los labios vaciándolo considerablemente. Me senté en el borde de la cama, Bill ya se había acomodado su pantalón  y con los dedos intentaba hacer lo mismo con su cabello.

-Ya. – anuncio frente al espejo. Con una sonrisa en los labios me levante y camine a su lado, antes de salir por la puerta nos dimos otro beso.

By Jasmin.

-¿Te diviertes?- Un grito en mi oído, acompañado de un suave toque en el hombro de asustaron.

-Oh, lo siento. – Me gire y Andreas pareció notarlo. –No te quise asustar, solo quería que me escucharas. – Y me sonrió, parecía apenado.

-No hay problema.

-¿Te estas divirtiendo?


-Si. – O bueno eso intentaba, el ambiente estaba genial. La música (y aunque me molestaba admitirlo porque el DJ seguía siendo el odioso de Tom) estaba buena, pero me sentía algo incomoda. No conocía a nadie. Ari y Georg fueron muy agradables estábamos teniendo una buena conversación y después llegaron unas personas que no conozco, obviamente y ya olvide sus nombres. Comenzaron a hablar de no se que y yo ya no pintaba mucho ahí así que me excuse para ir al baño. Gustav y Ana ya se habían perdido hace un rato y a Anthony lo vi hablando con David Jost. Que esta buenísimo por cierto. Ameyalli no estaba por ningún lado tampoco así que me sentía algo fuera de lugar se podría decir.

-¿Segura? – Alzo una ceja.

-Si. –Insistí ensanchando mi sonrisa.

-Y… Cuéntame de ti. – Nos sentamos en un sillón frente a unas personas bailando. La casa de había convertido en una mini discoteca. Se acerco a mi y yo a el para escucharnos.

-Pues, vivo en Estados Unidos, pero soy Mexicana. Uhmm,… -Comencé a reír nerviosamente porque su mirada me ponía asi. –Uhm... no se que mas decirte, ¿Que tal si tu me cuentas algo? – El chico esbozo una sonrisa que me pareció sincera. ¿Acaso no paraba de sonreír?

-Soy Andreas Guhne, soy Alemán pero se Ingles porque viajo mucho con aquellos subnormales. –Rio – Trato con su club de fans pero soy fotógrafo. Tengo 22 años.

-¿Y desde cuando conoces a la banda?

-A los gemelos los conozco desde que éramos niños, la verdad ni siquiera recuerdo bien, a Georg y a Gustav los conocí a los 14 años. ¿Y tu desde cuando conoces a Ame?

-¡Uff! Tengo algo mas de 10 años que la conozco.

-¡Que bien! Entonces estamos en la misma situación. ¿Y a que te dedicas?

-Soy azafata para una Aerolínea Internacional. – Había perdido la cuenta de las veces que había dicho eso esta noche.

-Entonces viajas mucho.

-Ehh, de hecho no. Soy bilingüe así que solo viajo a países donde se habla Español e Ingles. Tal vez cuando aprenda alemán viaje aquí.

-Cuando quieras estoy dispuesto a enseñarte. – ¡Yo tenia un problema! Me ruborizaba demasiado.

-Esta bien, yo te diré.

Dos figuras se acercaron a nosotros.

-¡Putom! –Se levanto mi lindo acompañante y saludo a Tom con un choque de manos. ¿Putom? ¿Que significaba eso? Oh, Si Tom venia con su flamante chica que obviamente no perdió el tiempo en acribillarme con la mirada. Tengo QUE Mencionar que hoy lucia putisima, si salía a la calle así más de uno la confundiría por una prostituta

-¡Cabronazo! Como veo que no tienes intención de ir a saludarme e venido yo.

-Lo siento, pero estaba apunto de ir.

-¡Aja!

-¡Enserio!

-Esta bien, mas tarde hablamos. Te dejo ligar. – Lo mire con la ceja arqueada pero el de trenzas ni se percato. Vaya maleducado.

-Adiós. – Vi como Andreas se despedía de Vanessa tan solo con un movimiento de cabeza.

-Lo siento, es que es verdad, no lo había saludado. – Volvió a retomar su lugar junto a mí.

-No te preocupes.

-¿Te llevas bien con Tom?- Pregunto

-Ehm, si. – No pude disfrazar la falsedad con lo que lo decía. Andreas volvió a hacer ese movimiento de cejas. s.

-Okay, esta bien. No mucho.

-¿Eso porque? Tom es muy agradable, y mas con las mujeres guapas como tu. – Volví a sonrojarme.

-Pues, si nos llevábamos bien, pero no se desde que conoci a su novia… - Y puse expresión de circunstancias. Tampoco le pensaba contar lo del beso y todo esa mierda de ¨Me retaste¨ Era absurdo.

-Entiendo, Vanessa es algo especial. Por eso no lo había saludado, quería esperar a que ella se fuera. – Wow, así que no solo a Ame y a mi nos desagradaba. –La soporto por Tom. – Comento llevándose su vaso a los labios.

-¿Y eres soltera? – Me pregunto como el que no quiere la cosa.

-Por el momento si.

-No, no me mientas.

-¡No lo hago! – Reí, este chico me estaba cayendo de maravilla. Era simpático y muy agradable.

-¡Eso es pecado!

-¿Ser soltera? ¿Tú tienes novia?

-No lo digo por eso. Si no que eres bellísima, no pienses que te lo digo para aprovecharme. Es la verdad.

-Gracias. Tú eres muy guapo, ¿Por qué no tienes novia?

-Tú contesta primero.

-Supongo que, no se… La verdad no tengo idea. Supongo que aun no he conocido a la persona que quiero para mi.

-¡Ja! Exigente.

-No, no me refería a eso. Pero ya, es tu turno.

-Yo no tengo novia porque hace poco termine una relación de mucho tiempo así que me estoy dando tiempo. – Lo observe detenidamente. Note que la expresión que mantuvo, feliz y carismática desde que comencé a hablar con el se ensombreció por unos segundos.

-Todo pasa por algo. – Trate de consolarlo.

-Así es. – Volvió a sonreír. -¿Oye? ¿Quieres bailar?- Me propuso, y si quería pero ¡Rayos! Era tan penosa.

-Si claro. – Acepte. El chico se puso de pie y me ofreció su mano. Caminamos y nos colamos en la pista improvisada de baile que estaba frente a nosotros. Todos ahí estaban en un círculo y quien quería pasaba al centro. Una chica se acerco a Andreas y le dio un beso en la mejilla. No puede oír bien que se decían pero luego la chica se dirigió a mí.

-¡Hola! – Me grito en el oído eufórica.  –Soy Karen, hermana de Gustav.

-Yo soy Jasmin…

-¡La cumpleañera! ¡Woohh! Te toca bailar- Creo que estaba ebria. La chica me jalo de la mano y nos llevo a ambas al centro de la multitud.

-¡Es su cumpleaños! – Grito a todos. Yo estaba tan desubicada y solo busque con pánico a Andreas. Cuando lo encontré el me sonrió y movió la cadera de una manera graciosa. Me estaba diciendo que bailara. Las personas estaban haciendo un coro incitándome a bailar, y Karen estaba frente a mí. Sin pensármelo para no pasar tanta vergüenza me comencé a mover junto a Karen. La gente volvió a hacer escándalo y me motivo a moverme más y con mas sensualidad. La hermana de Gustav hizo exactamente lo mismo y bajo lentamente mientras yo seguía bailando. De repente escuche otro grito emocionado de los demás y sentí unas manos en mi cintura.

-¡Que bien te la estas pasando!- Ame estaba atrás de mi. Las 3 comenzamos a bailar.

-¡Woohhhh! ¡Ehhhhhh! – El ambiente estaba genial. Después las tres nos apartamos y fui hacia Andreas, Bill ya estaba ahí. Se movia sutilmente y sonreía.

-Lo hiciste bien. –Andreas me dijo al oído.

-¡Jajajaja! – Escuche la estruendosa carcajada de Ame, tenia agarrado a Bill de la muñeca y el solo reía también. Se acerco a tomo a Andreas.

-¡Su turno! – Y los empujo hacia el centro. Los dos rápidamente hicieron un intento de no ser el centro de atención pero la extrovertida hermana de Gustav les impidió que se fueran.
-¡BAILEN! ¡BAILEN! ¡BAILEN! – Gritaron los demás, incluyéndonos. Bill y Andreas comenzaron a hacer movimientos estilo tectonik. Eran algo buenos.  Solo bailaron un  poco y se quitaron de en medio.

-Tú también bailas bien. – Le di un codazo suave a Andreas.

-¡Ja! Eso no es nada. – La música seguía y ambos seguíamos moviendo nuestros cuerpos. Bill y Ame se nos unieron y nos apartamos un poco de las demás personas. Los cuatro bailábamos al ritmo de la música.

-¿Cómo te la estas pasando? – De hecho ya me sentía mejor y me la estaba pasando de maravilla. Ame siempre me había contado que las reuniones eran tranquilas. Veo que me había mentido pero no me importaba, por muy torpe y poco social que llegara a ser muchas veces me encantaba divertirme y adoraba las fiestas.

-¡Bien! ¿Y tú donde te metiste?

-No encontraba a Bill. – Se encogió de hombros y sonrió ampliamente. La mire con cara picarona ya que haciendo memoria se perdió un tiempo considerable.

-Ah, okay.- Bailamos un largooo rato hasta que estaba sedienta. Andreas me acompaño al minibar donde el ordeno por mi, ya que no sabia que quería tomar.

-Te ordene lo clásico. – Me dio el vaso. –Margarita. Suave para una dama.

-Gracias. – Me sonroje.

-¿Te quieres sentar?

-Si. – Andreas giro buscando un lugar.

-Ven. – Me tomo de la mano y me guio entre varia gente hasta llegar a un sillón.

-¿Ya te la estas pasando mejor?

-¿Que?

-Hace rato cuando te pregunte lo mismo me mentiste.

-No lo hice.

-Claro que si.

-Okay, okay. Ya me la estoy pasando de maravilla. – Aparte de ser la felicidad andante era un detector de mentiras. – Gracias. – Finalicé

-¿Por? – Preguntó extrañado.

-Bueno de no ser por ti tal vez ahorita estuviera sentada.

-En ese caso de nada. Todo un placer.

-¡Cariñooo! –Y de la nada apareció Anthony junto a mí.

-¡Hola!

-Mira te vine a presentar al David Jost. Que me pregunto por ti. Allá vine. – Mire hacia donde me indicaba y no pude distinguir en la tenue luz y el montón de gente hasta que una persona en especifico se comenzó a acercar. Me puse de pie y Andreas hizo lo mismo.
Anthony se acerco al hombre y le digo algo.

-El es David Jost.  – Me dijo al oído. Estrechamos manos y una de las luces que había para crear mas ambiente le dio justo en la cara. ¡Madre mía! Estaba más guapo de cerca.

-Jasmin, un gusto. – Le dije.

-David, el gusto es mi. Feliz cumpleaños linda.

-Muchas gracias.

-¡Andy! ¿Cómo has estado? Nada perdido ¿eh?- Andreas solo sonrió y miro hacia el suelo.

-¿Como te esta tratando? Andreas es un pillo aléjate de el linda.

-¡Jajajajaja! – Rio Andy

-¿Mira quien habla? ¿Dónde están tus amigas? – Ataco Andreas

-Okay, okay. No me meteré en ese asunto.

-Hola. – A espaldas de David apareció una figura esbelta y pequeña de estatura la hermana de Gustav. David la saludo con un beso en la mejilla.

-Hola nena.

-¿Anthony ya conoces a Karen? – Los presento David. El amigo de Ame saludo a la chica que sospechosamente llevaba sus manos tras su espalda.

-¿Qué es esto? – Andreas se coloco atras de ella y le arrebato una botella de whisky aunque mantuvo la otra mano tras su espalda.

-Ahh, ¿eso? Pues vine a que se tomaran un trago conmigo.

-Ya estas demasiado ebria. – Respondió Andreas de inmediato.

-Claro que no.

-Gustav nos va a matar si se entera. – Agrego David.

-¡Diablos! Yo soy la mayor, yo debería de regañarlo, no el a mi. Ademas ahorita se esta follando a Ana ni se va a enterar. – Anthony y yo nos miramos sorprendidos y el asintió con la cabeza.

-Dame acá. – Anthony extendió la mano y la chica revelo lo que ocultaba en la otra mano. 5 de esos vasos para shots dobles. Karen le dio uno Anthony y seguido nos ofreció un vasillo a cada uno. Todos tomamos unos, Andreas no muy convencido.

-Vamos, por un trago no pasa nada. – Trate de alentarlo. Odiaba que cohibieran a la gente.

-Esta bien. – Accedió de inmediato. El castaño quien era el que sostenía la botella nos sirvió a cada uno, note como le puso un poco menos de alcohol al shot de Karen. – Pero solo uno. – Agrego

-Si. – Dijo Karen con tono cansino.

-Salud por la cumpleañera. – Levanto David su trago.

-Salud. – Hablaron los demás.

-Gracias. – Y todos al mismo tiempo nos llevamos nuestros tragos a la boca.

Espero que les haya gustado el capitulo de hoy. J Ahh porfin tengo mi celular Android pero no puedo descargar el App estoy apunto de llorar!!! :S Anyways comenten gracia s!

martes, 13 de marzo de 2012

Capitulo 12

Capitulo 12
Fiesta

By Jasmin

-Ughh. – Estaba en el cielo, tenía meses desde que no visita un Spa. La masajista estaba haciendo maravillas en mi espalda.

-¿Entonces no has sabido nada de el? – Pregunto Ame desde la otra cama de masaje.

-Ehh, no. No creas que me interesa mucho. – Hablábamos de uno de mis ex novios. Tengo que decir que yo no tengo suerte en el amor. Nunca he tenido una relación formal, no se que me pasa, no se si es algo en mi o algo en los hombres que elijo.  Hubo un tiempo en e que me quemaba la cabeza buscando una respuesta del porque no podía tener una relación seria pero después de un tiempo dejo de importarme. He tenido tantos conflictos internos que no resolví a su tiempo y ahora solo me preocupo por eso para mi propio bienestar, no tengo tiempo para novios.

-Me alegro.

-Supongo que no necesito un hombre.

-No es eso amiga, es solo que no has encontrado al ideal para ti. – Lo pensé por unos momentos. Tal vez era verdad.
-Cuando encuentres a tu hombre ideal, cambiaras toda tu forma de pensar. – Soltó una risilla. – Yo se lo que te digo.

(…)

Teníamos alrededor de una hora en el Spa. El teléfono de Ameyalli no deja de sonar. No me molestaba ni nada. De hecho todo era para mí.

-¡Ahhh! – Salte en la cama totalmente asustada

-¡Buenos Días! – Tenía un enorme bulto sobre mi. Y era Ameyalli.

-¡Feliz cumpleaños! – Me grito alegremente y me abrazo. Yo mas dormida que nada le devolví en abrazo, sentía que mis ojos aun no querían abrirse. El peso de Ameyalli se quito de mi y se sentó al borde de la cama. Yo levante medio cuerpo tallándome los ojos

¿Cumpleaños? Lo había olvidado. Toda esta semana había estado de ahí para acá por todo Hamburgo que lo había olvidado.

-Gracias. – Dije con mi voz ronca.

-Dejo que te arregles para que bajes a desayunar.

-Okay. – Otra vez conteste por inercia.

Ameyalli salió de la habitación.
Me deje caer de nuevo sobre la almohada. Salí de la cama y me dirigí al baño, sin antes verme el espejo. Cabello alborotado, ojeras. Ugh
Entre a la ducha haciendo un tiempo record de 5 minutos, me cambie de ropa y me maquille levemente solo para disimular las ojeras. Salí de la habitación y baje las escaleras de mármol. Ya en la planta bajo se podían oír voces que no pude distinguir. Todas hablando en Alemán. Lentamente me fui acercando a la cocina donde encontré a las muchachas de la limpieza, a Rudolph y claro a Bill & a Ame. En cuanto Rudolph me vio dijo algo y Ameyalli giro el cuerpo apoyando su espalda en la mesa.

-Feliz Cumpleaños. – Me gritaron todos en Alemán.  Yo ensanche mi sonrisa. Se sentía bien sonreír naturalmente. Ame se dirigió a mi y me volvió a abrazar.

-Gracias. – Al separarnos Bill estaba con nosotras y también me felicito con un abrazo. Los empleados también tuvieron el lindo gesto de felicitarme, de hecho estos últimos días ya había hablado con ellos. Todos eran buenas personas y me agradaban. Solo después de eso me percate de que el la mesa había un arreglo de desayuno. De esas enormes canastas adornadas de comida. Se veía rico y olía delicioso. En realidad la escena me conmovió, me sentí... querida. Hace mucho que no sentía esa calidad en mi pecho.

Después de que todos compartimos el desayuno Ameyalli anuncio que tenia un día en el Spa planeado para las dos. Eso para que estuviera lista para la reunión de esta noche. Eso también lo había olvidado, estaba perfidísima.

By Ame

Al regresar a la casa a eso de las 5 de la tarde Jasmin fue a su habitación y yo me quede abajo organizando varias cosas, la comida, la música,

(…)

La música movida ya se hacia escuchar por toda la casa. Y los invitados ya habían llegado. O eso me había informado Bill hace un momento que subió, el estaba abajo recibiendo a los invitados. Yo estaba arriba maquillándome aun. La reunión creo que ahora se podía considerar una ¨Pequeña fiesta¨ porque mis invitados llevaron mas invitados, Todos conocidos, claro.
Cuando estaba lista salí de mi habitación al pasar por las escaleras vi a mucha gente abajo, seguí de largo rápidamente y me dirigí al otro pasillo, llegue a la puerta de el cuarto de Jasmin y toque.

-¡Pasa!- Entre a la habitación y encontré a Jas dándome la espalda aun maquillándose.

-¿Lista? – Pregunte

-¡Si! – Se giro, se veía lindísima. –Estoy nerviosa.

-¿Porque?

-No lo se. Voy a conocer gente famosa.

-Nada de eso. Todos son muy comunes. – Tomo un largo suspiro lleno de nervios y sonrió.

-Okay.

-Vamos. – Ambas salimos de la habitación sonrientes. Nos encaminamos hacia las escaleras y justo antes de bajar vi como Jasmin le daba una ojeada rápida a la planta baja y tragaba saliva.

-Tranquila. Yo organicé esto para ti así que disfruta.

-Okay. – Me devolvió una sonrisa.  Comenzamos a bajar las escaleras mientras yo observaba a la gente de abajo y buscaba a Bill con la mirada sin éxito. En ese momento la música tuvo una breve pausa para cambiar de canción haciendo resonar nuestros tacones sobre las escaleras, provocando que mas de un curioso volteara a nuestra dirección y posaran los ojos sobre nosotras, o mas bien sobre Jasmin. Y  ahí los vi. Me sonrieron ampliamente y yo llena de emoción termine de bajar las escaleras casi corriendo. Los abrase fuertemente a ambos. Tenia tanto sin verlos y los extrañaba tanto.

-¡Pequeña!

-¡Estas preciosa, las vacaciones te están haciendo bien! – No era la única a la que las vacaciones le habían hecho bien. Anthony había estaba haciendo ejercicio, ya que sus músculos estaban mas marcados. Ana se veía divina, se había teñido el cabello de un rojo intenso que le quedaba muy bien a su tono de piel.
Antes de decir otra cosa Ana miro curiosa a las escaleras donde había dejado a mi amiga sola. Mierda.

By Jasmin.

La música comenzó a sonar de nuevo cuando Ame salió escopetada de las escaleras dejándome sola. Reconocí a las personas que abrazaba, eran Anthony y Ana. Volví a recorrer el salón con la mirada desde un punto en las escaleras y vi a Tom haciéndose el DJ en una esquina del salón con Vanessa enganchada a su lado cuando su mirada se cruzo con la mía me puse mas nerviosa de lo que ya estaba. Genial.
Levante la mirada y comencé a bajar las escaleras de la manera mas sutil y elegante que sabia. Al llegar por fin al piso un chico de aproximadamente la edad de los gemelos, tal vez mas chico se acerco a mi. Lo primero que note fue su altura, supuse que bueno... era alemán. Su piel blanquísima, tenía unos lindos ojos marrones, labios carnosos y cabello castaño con un corte muy moderno.  

-Hallo – Y quien es esta hermosa mujer. El tipo me tendió la mano y yo hice lo mismo. Le entendí perfectamente pero no me sentía capas de contestarle aunque lo único que tenia que decir era mi nombre.

- No. – No habla alemán. Solo lo entiende. – Grito Ame para hacerse escuchar sobre la música  apareciendo tras la espalda de este hombre.

-Oh, bueno eso no será un problema. – Soltó el chico en ingles, el mismo ingles que los gemelos. Quebrado con acento que no se podía disimular.

-Jasmin te presento a Andreas. – Dijo Ame – Estrechamos nuestras manos de nuevo y se acerco a mi dándome un beso en la mejilla. –Un gusto. – Le dije en el oído.

-No, el gusto es mío – Respondió cuando nuestro mínimo contacto se termino. – Y Feliz cumpleaños por cierto.

-Muchas gracias.

-En un momento volvemos. – Dijo Ame jalándome del brazo.

-Disculpa haberte dejado sola, ya sabes la emoción.

-No te preocupes

-Le llamaste la atención a Andy.  – Me dio un golpe en las costillas con su codo y  me sonroje.

Nos colamos entre algunas de las personas ahí hasta que llegamos a donde estaban Anthony y Ana.

-¿Los recuerdas?

-Si- Ambos se acercaron a nosotras

-Hola linda. – Me saludo Ana con un beso en la mejilla. – Feliz cumpleaños

-Hala, muchas gracias

-Wow, que crecidita estas. Tenía tanto sin verte.

-¡Lo se! – Le conteste a Anthony, estábamos muy cercas y hablábamos un un tono de voz alto para hacernos escuchar por la música.

-¿Y como has estado?- Me pregunto Ana.

-Hasta ahorita, no me puedo quejar.

-¿Seguiste con tu carrera de modelaje?

-No, tengo tiempo que no modelo. Hace más de un año comencé a trabajar en una Aerolínea.

-No, no. ¡Yo te quiero ver en pasarelas! – Protesto Anthony con ese tono de voz afeminado que me causo gracia.

-Tal vez en un futuro. – Sonreí

-¿Y cuanto tiempo piensas quedarte en Alemania?

-Aun no estoy segura. Estoy haciendo negociaciones con la Aerolínea porque me deben aproximadamente dos meses de vacaciones ya que llevo mucho tiempo trabajando sin parar. Si me dan dos meses supongo que esos dos meses.

-¡Maravilloso!

-¿Y ustedes cuando llegaron?  

-Hace unas horas – Contesto Anthony.

-Si. Yo no podía salir antes ya que tuve que estar en una pasarela anoche. Y Anthony no quería dejar a su novio así que espero hasta el ultimo día.

-¿Por qué no lo trajiste? – Llego Ame con una copa que mano que me tendió. Ni siquiera me di cuanta de cuando se fue. – Lo quiero conocer.

-Trabaja.

-¿Y eso que? Yo trabajo y aquí estoy. – Dijo Ana sonriente, parecía querer picar a Anthony, el la fulmino con la mirada sin borrar la sonrisa de su cara.

-Algo me ocultan. – Declaro Ame

-Mira allá… ¿Es Gustav? Tengo tanto sin verlo. Voy a saludarlo. – Ataco Anthony, obviamente picando a Ana. Y se fue, lo seguí con la mirada hasta que di con un hombre de lentes y cabello rubio. Hablaba animadamente con un hombre más alto de largo cabello castaño. ¡Eran Georg y Gustav! Me quede como tonta observándolos. No lo podía creer. Era tan raro verlos en persona después de verlos miles de veces en fotos, en la tv.

-¡JAJAJAJAJAJAJA! –Ameyalli estaba que no podía respirar por reírse tanto, y es que la expresión de Ana era digna de una foto.

-¿Qué se traen? – Dijo al cabo de unos segundos cuando paro de reír.

-El novio de Thony es un bailarín exótico. Le da vergüenza contarte que lo conoció en un bar gay.

-¡JAJAJAJAJA! – Volvió a estallar en carcajadas. Yo también me reí. – Por dios. ¿Qué tiene de malo?

-¡Esque es un niño! Es menor de edad.

-¡NO! - - Ame abrió los ojos desmesuradamente. – Pero me dijo que tenia como veintitantos años.

-Es mentira.

-¿Por qué me mentiría?

-Aunque no lo creas ese niño tiene a Anthony en la palma de su mano, esta enamoradísimo. – Ame abrió la boca aparentemente sorprendida.

-Yo le digo que… - Ana callo repentinamente cuando…

-¡Volví!- Oí un gritito a mis espaldas sobre toda la música. Gire y vi a Anthony pero no estaba solo. Georg Y Gustav estaban con el además de una joven mujer que iba de la mano de Georg. Ana puso una expresión de pánico muy comica.

-¡Ari! – Grito Ame y se acerco a la mujer que acompañaba a los G´s dándole un beso en la mejilla. También saludo a Georg, fue algo incomodo. Ellos tres hablaron Gustav me observo con expresión rara y luego observo a Ana, Ana miro a Anthony, parecía molesta, Y Anthony no quitaba esa cara burlesca. Como que ahí yo no pintaba para nada. Después Ana y Gustav se saludaron, mas forzados que nada. Parecía que fue por pura cortesía.

-Ella es Jasmin. Amiga de la infancia. – Escuchar mi nombre hizo que le prestara atención a Ame. Ya tenía frente a mí a las dos nuevas personas. La mujer era aun más hermosa de cerca, sus facciones eran finísimas y tenía unos enormes ojos verdes y piel de porcelana. Cuando Gustav se unió los G´s me sonreían amigablemente.

-Jasmin, ella es Ari, novia de Georg, y pues a ellos los conoces, el es Hagen y Gus.

-Mucho gusto. – La chica de ojos preciosos fue la primera en saludarme alegremente con un abrazo. ¡Que linda!

Los músicos también me saludaron, y yo estaba que me derretía de la emoción. Mis ídolos de la adolescencia, que irreal.

Mi mirada regreso hacia Ana y Gustav, que en cuanto me saludo regreso con Ana. Esos algo se traían

-Fueron novios, - Como si estuviera leyendo mi mente Ame se acerco y me hablo al oído para que la escuchar sobre la música  pero que nos demás no escucharan.

-Oh. – La tensión entre ellos era muy evidente.  -¿Y terminaron mal?

-Un poco, pero creo que aun se quieren. O por lo menos aun hay atracción. – Me pareció tierno cuando los volví a ver, Gustav parecía querer acercarse a ella. Ahora solo estaba con Georg, su novia y Ame.

-¿Y desde cuando se conocen?- Pregunto Ari.

-Desde la secundaria. . Contesto Georg. Las 3 lo miramos sorprendidas.

-Ame nos ha hablado de ti. – Me sonrió.

-Oh.

-Por cierto, ¿Cuántos años cumpliste?

-20.

-Yo vuelvo en un momento. Voy a buscar a Bill… - Interrumpió Ame.

-Si claro esta bien.

Me tarde lo se! Ando como loca con la escuela :S Espero y les haya gustado el capitulo. El próximo será mas sobre la fiesta de Jasmin J

lunes, 13 de febrero de 2012

Capitulo 11

By Ameyalli

Habíamos pasado todo el día en el enorme centro comercial, en el centro de la cuidad de Hamburgo. Cuando por fin llegamos a casa lo primero que hice fue ir al baño que había en la planta baja. Me quite la peluca y la maya que causaba cierta presión en mi cráneo. Mi cabello negro cayo sobre mis hombros un tanto alborotado, metí mis dedos entre el, masajeando en cuero cabelludo. Lo acomode un poco para que luciera decente y salí del baño con la peluca en manos.
Jasmin estaba medio acostada en uno de los sillones de la sala de estar. Me fui a uno de los otros sillones y justo en ese momento la puerta se abrió, entro Rudolph con unas bolsas en mano.

-¿A dónde las llevo señorita?

-Esas. – Apunté a las 4 bolsas que levaba en la mano izquierda – A la habitación de Jasmin. Y esa.- apunte a la única bolsa que llevaba en la mano derecha. – A mi habitación por favor. – Nuestro chofer asintió con la cabeza.

-Permiso. – dijo y camino hacia las escaleras.

-Gracias. – contestamos ambas.

-¡La cuidad es impresionante! – Exclamo sonriente.

-Lo se es preciosa. – La casa estaba un poco retirada el centro de Hamburgo, para tener más privacidad. No es una cuidad grande pero si muy habitada.

-Cuando quieras volvemos. Oye, ¿Qué quieres hacer? ¿Qué lugares quieres visitar? La verdad no me puse a pensar en eso.

-Pues, no se. En realidad no quiero molestar. Con cambiar de aires esta perfecto.  -  No era molestia, de hecho no tenía mucho contacto con mis amigas. Ana esta ocupada y pues es un lindo cambio hablar con alguien aparte de Bill y Tom.

-Yo estoy feliz de que estés aquí. – Le sonreí sinceramente. – ¿Por cierto cuanto tiempo te piensas quedar?

-Aun no he pensado en eso. ¡Oh por Dios! – Su expresión de torno de preocupación en cuestión de segundos. – ¡No he llamado a mi tía! Oh, por Dios soy de lo peor. – Solté una risa ante su preocupación. Saco el celular de su bolso y vio la hora. Son 7 horas de diferencia, entonces en Estados unidos serian la 1 de la tarde.

-Tengo que llamar a mi Tía. – dijo.

-Esta bien, nos vemos mas tarde o…

-Si, esta bien. – Se levanto del sillón y se fue hacia su habitación. Por mi parte fui a la cocina, estaba sedienta. No había nadie, de seguro las muchachas habían terminado sus deberes y se habían ido a casa. Camine hacia el refrigerador y saque una botella de agua, estaba bien fresquecita.
Comencé a pensar y recordé que también tenia que llamarle a mis padres. Les hablaba una vez por semana, aunque fuera una corta llamada. Recuerdo como se puso mi padre al enterarse de mi noviazgo con Bill. Mi padre, el que siempre fue muy compresivo y me apoyo en todo puso el grito en el cielo. No cabe decir que es un hombre muy conservador y para el un hombre que usa maquillaje es la clara señal de diferentes preferencias sexuales. Después de horas insistiendo y dándole una pista de lo que significa la palabra andrógino aceptó que lo llevara a casa. Así fue como hicimos nuestro primer viaje junto a Mexico. ¡Estaba nerviosa! Que digo nerviosa. En el avión estaba teniendo pequeños ataques de ansiedad., pero las cosas salieron de maravilla. Mi papa le dio una oportunidad a Bill y este por su parte se lo gano, bueno se gano a la mayoría de mi familia. Esos ojos, su sonrisa, personalidad y carisma fueron de gran ayuda, porque su español y el Ingles de mi familia no lo fueron.

La puerta de la cocina de abrió de golpe y entro Tom con Scotty en correa.

-Hola. – Soltó amigablemente.

-Hola. – Lo mire con la ceja arqueada y expresión de ¨Debes explicaciones¨  El ya conocía esa expresión. Tom y yo nos debamos muy bien, tenemos una relación de hermanos. Me cuenta varias cosas personales cuando busca un punto de vista femenino y yo cuando quiero el masculino. Es algo raro en el y casi inimaginable pero así es. La verdad es que mi cuñado es un amor, aunque claro, eso también es raro en el. Siempre bromeamos, pero nunca ha dejado de ser un caballero, aunque sea solo conmigo.
 Llevo a Scotty y lo dejo suelto en el patio, después se regreso y también cogió una botella de agua.

-¿De donde vienes? – Le pregunte como quien no quiere.

-Salí a pasear a Scotty, pobre, tenia dos días sin salir.

-Oh. – Y ahí daba a entender indiferencia y el me preguntaría…

-¿Estas molesta? - ¡JA!

-¿Por qué? ¿Por lo del desayuno?- Asintió lentamente  con la cabeza. Suspire fuertemente.

-Por eso no, porque te metiste a su habitación anoche. – Mi cuñado levanto la mirada y me observo sorprendido.

-¿Te lo dijo?

-¿Que esperabas? – Asistió lentamente con la cabeza-

-Tienes novia. ¿No lo recuerdas?

-¡Tu la odias! – Exclamo de inmediato.

-¡Y no lo niego! Pero respétala. Es mas Vanessa me da igual pero por favor te pido que respetes a mi amiga.

-Okay, lo siento.

-Conmigo no te tienes que disculpar. – Le quise dar a entender que se tenía que disculpar con Jasmin, pero una de dos. No capto la indirecta o simplemente la ignoro.

By Jasmin

-Hola Tía.

Ya era hora niña! ¡Hasta que te acuerdas de mí! – Eso fue lo primero que escuche cuando descolgó el teléfono, y bueno no era para menos.

-¡Tía! Lo siento, el tiempo se me fue súper rápido y bueno aun no me acostumbro al horario. – Cerré los ojos esperando otro regaño. Mi excusa no era valida, pero finalmente escuche un suspiro.

-Esta bien, pero que sepas que estaba muy preocupada… Cuéntame como estuvo tu viaje.

-Muy tranquilo, aunque me pareció eterno.

-¿Y como es Alemania?

-¡Lindísimo! – Tuve un debate mental en si decirle o no que acababa de llegar de la cuidad.  Pero decidí no hacerlo. Ella preocupada y yo de paseo

-Me alegro. ¿Te la estas pasando bien? ¿Qué haz hecho?

-Eh, pues he salido a comer con Ame y hoy fuimos al centro de Hamburgo. Esta enorme, es tan diferente que cualquier cuidad de allá. – Y descarte la idea de inmediato, ella preguntaba.  

-¿Entonces te la estas pasando bien mi niña?

-Si Tía.

-¿Cómo esta Ameyalli?

-Oh ella esta de maravilla. Ya sabes igual de loca que siempre. – Oí su sonora carcajada en la otra línea.

-¡Que bien!  ¿No has tenido problemas con el idioma?

-Un poco, no puedo hablar aun me resulta difícil.-  Casi puede ver como mi tía asentía lentamente.

-¿Y el novio de Ame como te trata?- Me pregunto de repente con tono de preocupación.

-¿Bill? Oh, es un amor. Es agradable, me cae muy bien.

-Me alegro. – Dijo mas tranquila. – Me habías dicho que su novio tiene un hermano, ¿no? ¿Cómo te llevas con el?- Y una sensación de nervios se apodero de mi. Me quede callada. Y es que no sabia que contestar.

-Ehh, no lo he tratado mucho.

-Oh- soltó otra vez aliviada.

(…)

Despues un rato más de charla colge el teléfono. Me quede con la conciencia tranquila y mi tía también se quedo tranquila. Mi tía Fátima ya pasa los 40 años, vivo con ella desde que mis padres fallecieron.
A ella le debo no haber pasado 4 años en un orfanato.
Mis abuelos paternos murieron hace años y mi padre fue hijo único. Mi madre jamás conoció a su padre ya que dejo a mi abuela cuando se entero que estaba embarazada de mi mama. Años después mi abuela se caso con un señor (Que no recuerdo muy bien porque murió de un infarto cuando yo era bebe) con el que tuvo 3 hijas. La más grande Tía Fátima, las otras dos Gabriela y Victoria. Gabriela y Victoria  nunca se llevaron bien con mi mama, de hecho la odiaban a ella y a todo lo que tuviera que ver con ella, con mi Tía Fátima siempre fue todo lo contrario. Así que cuando quede huérfana ella fue la única que vio por mi bien. Me atrevo a decir que las pequeños hermanastras de mi mama estaban hasta felices por el accidente.
No me gusta pensar en esas dos mujeres después de todos sus malos tratos, además no valían la pena.

By Ame.

-¿Y como les fue?

-Bien, todo estuvo tranquilo. – Bill estaba en nuestra cama con un cuaderno en mano, escribiendo canciones supongo. Tome la bolsa que estaba en el suelo (La que subió Rudolph) y me dirigí al closet en silencio. Saque la nueva chaqueta de piel que había comprado. La colgué en el armario cuando sentí un par de largos brazos rodeándome y unos cálidos labios sobre mi mejilla.

-Estas muy seria. –Sonreí

-Ya sabes que no me gusta molestarte cuando escribes. –Me gire y quede cara a cara con el.

-No me molestas, además no estoy escribiendo, estoy tratando y nada se me ocurre. – Contesto obviamente frustrado.

-Tranquilo amor, algo se te ocurrirá. La inspiración llega sola – Y lo bese. Con nuestros labios aun juntos comenzamos a caminar. A donde mas, a la cama

Bill se sentó y yo en sus piernas cuando nos separamos. Me aparte un poco de agarre una de las tantas hojas que estaban esparcidas en el colchón.

Eran buenas letras, muy buenas. Pero Bill no se conformaba con bueno. Tenia que ser perfecto.

-Siempre me dices eso.

-Siempre te estresas al escribir.

-Cuando no tengo inspiración.

-¿Cual es el punto de escribir si no tienes inspiración? Solo espera a que llegue. – Suspiro resignado.

-Ven acuéstate conmigo. – Le dije tomando su mano mientras gateaba a la cama. Me deje caer sobre el colchón y Bill junto a mi lado. Me acurruque en su pecho y cerré los ojos.

By Jasmin.

La semana se me había pasado algo rápido. Salí a mas lugares junto con Ame y de vez en cuando con Bill. En ese tren ese transcurso no vi a Tom ni una vez, mejor para mí aunque mi enojo ya se me había pasado. Por fin era Sábado de nuevo.


Odienme! Es aceptable, me tarde tanto solo para eso! :S LES PROMETO QUE EL SIGUIENTE CAP ESTARA MEJOR. La escuela, tareas & mi trabajo me traen como locaaa! Pero en cuento tenga mi celular con Android dejae de trabajar (lo que hago por el app)
-ameyalli.

miércoles, 18 de enero de 2012

Capitulo 10

Y que viva el orgullo. Pt.2

By Ameyalli

Esperaba que a que Bill saliera del baño de nuestra habitación. Mientras tanto me dedicaba a relajar mi cuerpo para que se enfriara y meterme a la ducha. Me acosté en el borde de la cama mientras escuchaba el sonido de la regadera. Bill siempre se tomaba una pequeña ducha todas las mañanas. A lo mucho 15 minutos.
Suspire. El desayuno seria incomodo estando Bill y yo disgustados. Escuche como el agua dejaba de caer. Cerré Lo ojos y fingí dormir, no quería hablar. Por lo menos no en ese momento. Oí la puerta abrirse. Por unos minutos escuche las pisadas de Bill, y el armario abrirse. Abrí los ojos lentamente para encontrarlo dándome la espalda, con esta descubierta. Sobra decir que ver a Bill mojado es erotismo puro para los ojos, por lo menos para los míos. Volví a cerrar mis ojos maldiciendo en mi mente. ¿Por qué teníamos que estar enojados?
Estuve minutos mas esperando a escuchar la puerta cerrarse pero no lo escuchaba. En vez de eso escuche los pasos me Bill acercándose, sentí el tacto de su mano acariciar mi cabello y su cuerpo hundirse al lado mío. Seguí con mi papel de dormida, aunque mi corazón bombeaba sangre a un ritmo desenfrenado. Volví a maldecir por estar tan enamorada de Bill que no podía controlar mis emociones. Sentí como pegaba sus labios en los míos.

-Entiende que Te Amo. – Susurro en su bonito Alemán cuando separo su rostro del mío. Se estaba poniendo de pie cuando, en un movimiento rápido abrí los ojos y lo tome del brazo y haciéndolo voltear. Sin miramientos junte nuestros labios y Bill no se rehusó.

-No, tu entiende que Te Amo. – Le dije entre besos. Su única respuesta fue estrujarme fuertemente entre sus brazos y colar una de sus manos por debajo de mi blusa.

By Jasmin

Pasaban de las 12 de la tarde y apenas desayunaríamos, adoro estar de vacaciones. Entre a la cocina y ahí estaban varias muchachas preparando el desayuno.

-Buenas tardes. – Me saludaron.

-Buenas Tardes. –Conteste. -¿Ha bajado Ameyalli?

-No aun no, pero de seguro…

-¡BUENOS DIAS! – Hablando de la Reyna de Roma. Ameyali entro radiando de efusividad por la puerta de la cocina con Bill a sus espaldas agarrados de la mano. Ese fue un cambio de humor drástico pero rápidamente dije ¨reconciliación¨ en mi mente. En la mañana mientras hacíamos ejercicio note como Ameyalli estaba con los ánimos abajo. No le hice muchas preguntas, pero supe que era por Bill.

-Se dice Buenas Tardes. – Le dije

-Oh, ¿Tan tarde es? – Vacilo Bill sin borrar esa sonrisa de su cara.

-Tengo hambre, vamos.

Salimos al Jardín y caminamos hasta la mesa. Justo después de sentarme divise a Tom dirigiéndose hasta nosotros. Casi muero de risa al ver que tenia un pañuelo. Se sentó en la mesa con nosotros de mala manera.

Seguimos desayunando y platicando. De vez en cuando Tom opinaba y parecía haber sele pasado el mal humor.

-Uhm Tom, ¿Por qué traes un pañuelo tan temprano? – cambio de tema Bill. – Tú nunca usas pañuelos tan temprano. Estuve apunto de ahogarme con el jugo de naranja, pero Tom me lanzo esos ojos afilados.

-Porque ciertas personas son algo criticonas e insultan a otra gente sin fijarse en sus propios defectos. – Contesto Tom, era una indirecta algo muy directa para mi.

-Pues la verdad no doliera tanto si ciertas personas no tuvieran tan enorme ego. – Solté.

-¡Ja! ¡Mira quien lo dice, la que no sabe besar! – Se atrevió a gritarme, mis mejillas comenzaron a arder por la rabia, solté el tenedor con el que comía fruta. Me puse de pie abruptamente de la silla y lo fulmine con la mirada.

-¡Pues alguien me puede enseñar a besar, ¿Dime quien te quita esa enorme frente! ¡¿EH?!

Tom imito mi acto y se levanto de una manera intimidante. Apretó los labios en un gesto enojado. Nos acribillamos con la mirada por unos segundos, aunque parecieron minutos. Yo tenia que alzar la mirada porque aunque fuera mas alta que Ameyalli, no era mas alta que Tom.

-Tom…-Escuche un murmuro.

-¡Escucha niña! – Golpeo la mesa con el puño y se inclino sobre la mesa acercándonos más. El sonido del golpe me sobresalto pero también me hizo reaccionar.

-¡NO! ¡Tú escúchame, y escúchame bien! No se quien diablos te crees. Ya te lo dije no soy como las zorras que te llevas a la cama. Metete de una vez en la cabeza que yo no tengo nada que ver con tu novia. Así que ni se te ocurra volver a entrar a… - Tom puso su mano detrás de mi cuello, juntando nuestros labios.

¡Eso si era el colmo!

Trate de rechazar el beso pero solo apretó mas mi cuello, profundizando el contacto. Introdujo su lengua de una manera tan… Ugh.

Lo intente apartar, el di unos cuantos puñetazos en el pecho pero a el no le importo. Siguió apretando mas mi cuello. En contra de m voluntad me incline mas hacia en otro extremo de la mensa y el borde de esta hacia presión contra mi vientre.

-¡TOM, ya basta! – Escuche como Bill le ordenado en un tono muy serio.

En un movimiento brusco de mis manos se pudo escuchar el impacto de un vaso contra la mesa, seguido de la sensación de un liquido escurriéndose por mis dedos.

-¡TOM!- Volví a escuchar a Bill.

Por fin me soltó. Tome una bocanada de aire y me incorpore. Al ver el jugo de naranja de Ame derramado y a ella con cara de incredulidad me llene de vergüenza. Y después de enojo al ver la cara de satisfacción de Tom. Los mil insultos que quería decirle se quedaron atorados en mi garganta. Tome el vaso de jugo y sin pensar se lo tire encima a Tom. Antes de ver su reacción comencé a caminar rumbo a mi habitación.

By Ameyalli.

-Tom. ¿Que fue eso? – Pregunto mi novio.

-Fue solo un beso.  

-Lo note, pero vamos Tom porque…

-¡Bill! No empieces con tus regaños.

-Es nuestra invitada…

-¡EXACTO! Es una invitada y te das cuenta de cómo ella se comporta conmigo.

-¡NO, No lo he notado! – Comenzaron a alzar la voz.

-Me provoca.

-¿Que?

-Que me dijo anoche en la cena. Que soy un poco hombre.

-¡Por Dios Tom!

Y así comenzaría otra pelea de hermanos. Ya me sabía la rutina. No iba a servir de nada todo lo que Bill le dijera porque Tom se pondría a la defensiva. Me levante de mi lugar hacía la puerta trasera de la cocina. Camine hasta la habitación de Jasmin.
Llame a la puerta.

-¿Quién es?- La escuche claramente enojada.

-¿Puedo pasar?

Tras varios segundos la puerta se abrió y ahí estaba ella, con esa expresión de coraje.

-Hola. – Me dijo sin ánimo. – Pasa. – Entre sin decir una palabra y Jasmin se dirigió al ventanal, que estaba abierto. Del borde del ventanal  tomo algo y se lo llevo a la boca.

-¿Fumas?- Le pregunte extrañada.

-A veces. – Se encogió de hombros.

-Oh, ¿Y donde conseguiste cigarros?

-Se lo pedí al Rudolph. Lo encontré en la cocina. – Asentí con la cabeza.

-¿Quieres? – Me pregunto sin despegar la mirada del ventanal

-No, gracias. – No me gusta fumar, no me gusta que mi novio lo haga, tampoco que mi mejor amiga lo haga pero yo no podía hacer nada.

-Y… ¿Sigues enojada? – Pregunte tras varios segundos

-Estoy intentando calmarme. – Contesto ella después de un momento. –Pero, ¡Aghh! – Le dio otra fumada al cigarro y después lo aventó por el ventanal. Camino frustrada y se sentó junto a mi en la cama.

-Me da coraje, siento que Tom me utiliza y me siendo como una cualquiera. – Agache la mirada, sin saber que decir.

-Bill, y yo hemos hablado con Tom. Te aseguro que no se volverá a repetir pero aun así te quería pedir una disculpa.

-No te preocupes, además no es tu culpa. Tú no debes disculparte.

-Entonces quita esa cara. – Trate de animarla. –Que te parece si mas tarde salimos algún lado.

-¿A donde?

-No se, de compras al centro comercial o al cine. Lo que tú quieras. – Ella pareció dudarlo.

-¿Aun te disfrazas?- Ensanche mi sonrisa. Si, aun lo hacia. Cuando no estaba de humor para paparazis, fotos y cosas así.

-Si.

-Esta bien.

By Jasmin.

-Buenas Tardes señorita. – Me saludo Rudolph mientras me abría la puerta del coche.

-Buenas Tardes. -  Conteste. Ameyalli entonces salió de la casa e igual saludo al chofer. Este le dio unas llaves y rodeó el coche para abrir la puerta del conductor. Ame entro, aunque si la viera otra persona lo la reconocerían. Llevaba una peluca de un castaño claro, rizado. Maquillaje que le daban efectos diferentes a sus facciones, así era mas fácil pasar desapercibidas.

Por primera iba a salir de la casa y vería un poco mas de la cuidad. Estaba emocionada. Ameyalli condujo hacia el portón negro y dimos a una larga y solitaria  avenida. La enorme casa estaba apartada, como una propiedad privada. Varios metros más allá comenzaban otras cosas.

Habíamos decidido ir al cine, y tal vez a comer.

-¿Bill sabe que te disfrazas?

-Si, una vez lo saque disfrazado del Hotel en el que nos hospedábamos.

-Que divertido. – Jamás había salido con Ame disfrazada, aunque sabia que lo hacia. 

Me recargue en el asiento observando el panorama. Era inevitable sentir envidia hacia Ame. Yo jamás había experimentado eso que ella siente junto a Bill. Eso que me da tanta curiosidad y tengo ganas de sentir yo misma.
 Hay días que me siento sola, días en los que no estoy segura de quien soy o de que quiero en la vida. Tenia la sensación de que aquí podría hacer algo de mi vida algo que me brinde satisfacción, algo que llene ese vacio que con frecuencia siento en mi pecho. Aunque no se si lo que ese vacio necesita es amor, o simplemente algo para sentirme alguien importante en la vida.

-¿Jas? – Voltee a ver a Ame quien me miraba a mi y a la carretera alternadamente.

-Perdón. – Sonreí. Este no era un momento para estar melancólica.

Capitulo cortito & aburrido :S Sorry! Comenten! Las quiero!