Capitulo 13
El comienzo de una noche alocada.
By Ame.
¿Era mi imaginación o ya había más gente aquí? Además gente que no conocía. La música estaba movida y había gente bailando, Hasta había una maquina de luces y humo que no tengo idea de donde la habían sacado. Buscaba con la mirada pero no veía a Bill por ninguna parte. Fui hasta la el minibar de la sala de estar. Había contratado a un Barman exclusivamente para hoy. Me acerque y el joven tan solo al verme se acerco para preguntar si se me ofrecía algo. Le pedí una copa de Margarita. Con la bebida en mis manos comencé a caminar hacia otra dirección.
-¡HEY!- Gire la cabeza hacia un lado de donde provino un grito casi inaudible por la música.
-¡David! – Ensanche mi sonrisa con tan solo ver al manager de los chicos y buen amigo mío que iba muy bien acompañado de 3 guapas rubias.
-Hola. – Salude en general.
-¿Recuerdas a Cassandra, Maggie y Fanny? – Me pregunto. Conforme decía los nombres señalaba a cada una de las mujeres. ¿Qué si las recordaba? ¡Claro que no! David es tan amiguero que siempre me presentaba a chicas nuevas, todas supuestas ¨Amigas¨
-¡Chicas! ¡Claro que si! ¿Cómo han estado?
-¡Muy bien! ¿Y tú? ¿Nos presentaras a tu amiga? David nos dijo que es el cumpleaños de ella. – Una de ellas me contesto rápidamente.
-Si claro, esta por allá, solo deja que encuentre a Bill. – Le respondí.
-Bill subió. No se a que. Solo dijo que en un momento regresaba. – Intervino David en la conversación
-Oh, gracias. Voy a buscarlo. – Comencé a caminar pero en seguida regrese y me acerque al oído de David.
-En realidad no recuerdo a ninguna de tus follamigas. – Al instante se rio y negó con la cabeza.
-Te refieres a mis amigas
-¡Aha!
-¿Qué? Es la verdad
-No, la verdad es que hoy te vas a divertir. – Le guiñe el ojo y el se puso rojísimo, tanto que lo note aun con la tenue luz, ¡Pero si David no tenia vergüenza! Me fui buscando a Bil, dejándolo riendo como siempre que se tocaba el tema.
Me coloque entre la gente a la cual saludaba por ser buena anfitriona. Cuando ya no había gente en mi camino y Bill aun no bajaba subí yo.
Entre a nuestra habitación y su silueta fue lo primero que vi, estaba sentado en el suelo con un libro entre sus manos.
-¿Bill? – Mi pelinegro volteo, al parecer estaba distraído. Esbozo una enorme sonrisa y me señalo con la mano que me acercara a el.
-¿Qué haces?- Me senté a su lado y me di cuenta que lo que tenia entre sus manos era un álbum de fotos.
-Vine por mi celular y no se, me puse a ver estas fotos. – No era un secreto que Bill estaba hecho a la antigua en lo que amor se refiere. Ese álbum estaba lleno de fotos exclusivamente de nosotros dos. Llevaba notitas románticas dirigidas a mí, estaba re tierno. Me lo regalo para uno de nuestros aniversarios de meses. Cambio de pagina donde estaba una foto de el pequeñito, un bebe calvito junto a una mía también de bebe. Automáticamente sonreí.
-¿Cómo crees que luzca un bebe nuestro?- Le pregunte
-Si sale a mi estará hermoso. – Ni siquiera pensó en su respuesta
-¡Que modesto! ¿Y si sale a mí?
-Ehh. –Vacilo – Estará aun mas hermoso.- Se rio,
-Eres un tonto.
-Pero soy tuyo. ¿Verdad?
-Si, eso es lo más importante.
Ambos nos acercamos al otro como si fuera obra de algún tipo de magnetismo, ronzamos los labios el otro con delicadez y ternura hasta unirnos en un beso que poco a poco subió a un ritmo ansioso por parte de Bill, casi se me dificultaba seguirle. Me pareció extraña pero quien era yo para negarle a ese hermoso ser mis labios. Me deje llevar y terminamos en el suelo alfombrado, el encima de mi, comencé a sentir escalofríos en uno de mis muslos por las carias que me daba. Cole mis manos en su camisa y roce con las yemas de mis dedos la suave piel de su espalda, sentí como mis toques lo hacían estremecer, ya que su espalda es su punto débil. Bill mordió mi labio inferior sensualmente para después depositar besos húmedos en mi cuello que me hicieron estremecer a mí.
-¿Te das cuenta que llevamos dos días sin hacerlo?- Me susurro al oído haciendo chocar su aliento y sentí un calor entre mis piernas que me confirmaba lo que decía.
-¿Enserio? ¿Tanto tiempo? – Busque sus labios y jugueteamos con nuestras lenguas, haciendo ese sonido húmedo tan excitante. Puso su mano tras mi espalda y me arquee un poco. Lentamente ambos erguimos nuestros cuerpos y después de la nada me tomo entre sus brazos y comenzó a caminar hasta dejarme delicadamente sobre la cama.
-Me has cambiado por Jasmin. – Mi risa choco contra sus labios.
-Eso es mentira. Solo he estado muy cansada.
-¿Y estas cansada en este momento?
-Ehhm… - Me separe de sus labios negando con la cabeza sonriente. –Pero tenemos invitados.
-Mierda. – Bill tomo un respiro. – Es cierto.- se recostó en mi pecho sin cesar las caricias y los besos, que bueno… me estaban poniendo. Ambos nos quedamos disfrutando del calor del otro en absoluto silencio. La música abajo estaba fuerte demasiado fuerte. Dudo mucho que alguien escuchara o que alguien subiera...
En un movimiento rápido hice que giráramos y yo quede sobre el. Sin preámbulos comencé a trabajar en la hebilla de su cinturón y desabrochando su pantalón. Volví a chocar nuestros labios mientras con mis manos estimulaba a Bill, sintiendo como su miembro se ponía cada vez mas rígido. Con cada beso me dedicada suaves suspiros llenos de deseo. Cuando su pene estaba totalmente erecto me separe de el y me acomode de rodillas entre sus piernas. Lo que estaba apunto de hacer, era algo que no era nuevo para mi. Algo que a muchas les daría asco, pero vamos, hablábamos de Bill Kaulitz. Además de ser el hombre mas hermoso era mi novio y había confianza total, era parte de nuestra intimidad y solo con saber que yo le causaba tanto placer me derretía por dentro.
Tome su miembro entre mis manos y me fui acercando a el, dándole lametones en la punta para después lenta y cuidadosamente introducirlo en mi boca. Subía y bajaba una y otra vez impregnando su hombría con mi saliva. Gemidos ahogados y uno que otro gruñido escapaba de parte de Bill y una que otra vez sentí su mano en mi cabello marcando los movimientos.
-Aghhh. Ame…- Hablo mi moreno entre jadeos. –Me voy a…aghh… Correr. – Con tan solo escuchar eso me separe de el. Escuche como se vaciaba y vi como su semen impregnaba las sabanas de la cama, esas irían directo a la lavadora. Bill se tumbo bocarriba en la cama con la respiración un poco agitada. Gatee por la cama hasta estar junto a él, lo abrace mientras le daba besos en el cuello.
-¿Bill? –Le tomo unos segundos contestarme un simple ¨ ¿Ahm?¨ y después beso mi frente dulcemente
-Tenemos que bajar.
-Esta bien, solo dame un minuto.
-Okay. – Estuvimos un rato mas acurrucándonos hasta que yo fui quien se levanto de la cama para acomodarme un poco el cabello. Tome el vaso de margarita que había dejado en el suelo y me lo lleve a los labios vaciándolo considerablemente. Me senté en el borde de la cama, Bill ya se había acomodado su pantalón y con los dedos intentaba hacer lo mismo con su cabello.
-Ya. – anuncio frente al espejo. Con una sonrisa en los labios me levante y camine a su lado, antes de salir por la puerta nos dimos otro beso.
By Jasmin.
-¿Te diviertes?- Un grito en mi oído, acompañado de un suave toque en el hombro de asustaron.
-Oh, lo siento. – Me gire y Andreas pareció notarlo. –No te quise asustar, solo quería que me escucharas. – Y me sonrió, parecía apenado.
-No hay problema.
-¿Te estas divirtiendo?
-Si. – O bueno eso intentaba, el ambiente estaba genial. La música (y aunque me molestaba admitirlo porque el DJ seguía siendo el odioso de Tom) estaba buena, pero me sentía algo incomoda. No conocía a nadie. Ari y Georg fueron muy agradables estábamos teniendo una buena conversación y después llegaron unas personas que no conozco, obviamente y ya olvide sus nombres. Comenzaron a hablar de no se que y yo ya no pintaba mucho ahí así que me excuse para ir al baño. Gustav y Ana ya se habían perdido hace un rato y a Anthony lo vi hablando con David Jost. Que esta buenísimo por cierto. Ameyalli no estaba por ningún lado tampoco así que me sentía algo fuera de lugar se podría decir.
-¿Segura? – Alzo una ceja.
-Si. –Insistí ensanchando mi sonrisa.
-Y… Cuéntame de ti. – Nos sentamos en un sillón frente a unas personas bailando. La casa de había convertido en una mini discoteca. Se acerco a mi y yo a el para escucharnos.
-Pues, vivo en Estados Unidos, pero soy Mexicana. Uhmm,… -Comencé a reír nerviosamente porque su mirada me ponía asi. –Uhm... no se que mas decirte, ¿Que tal si tu me cuentas algo? – El chico esbozo una sonrisa que me pareció sincera. ¿Acaso no paraba de sonreír?
-Soy Andreas Guhne, soy Alemán pero se Ingles porque viajo mucho con aquellos subnormales. –Rio – Trato con su club de fans pero soy fotógrafo. Tengo 22 años.
-¿Y desde cuando conoces a la banda?
-A los gemelos los conozco desde que éramos niños, la verdad ni siquiera recuerdo bien, a Georg y a Gustav los conocí a los 14 años. ¿Y tu desde cuando conoces a Ame?
-¡Uff! Tengo algo mas de 10 años que la conozco.
-¡Que bien! Entonces estamos en la misma situación. ¿Y a que te dedicas?
-Soy azafata para una Aerolínea Internacional. – Había perdido la cuenta de las veces que había dicho eso esta noche.
-Entonces viajas mucho.
-Ehh, de hecho no. Soy bilingüe así que solo viajo a países donde se habla Español e Ingles. Tal vez cuando aprenda alemán viaje aquí.
-Cuando quieras estoy dispuesto a enseñarte. – ¡Yo tenia un problema! Me ruborizaba demasiado.
-Esta bien, yo te diré.
Dos figuras se acercaron a nosotros.
-¡Putom! –Se levanto mi lindo acompañante y saludo a Tom con un choque de manos. ¿Putom? ¿Que significaba eso? Oh, Si Tom venia con su flamante chica que obviamente no perdió el tiempo en acribillarme con la mirada. Tengo QUE Mencionar que hoy lucia putisima, si salía a la calle así más de uno la confundiría por una prostituta
-¡Cabronazo! Como veo que no tienes intención de ir a saludarme e venido yo.
-Lo siento, pero estaba apunto de ir.
-¡Aja!
-¡Enserio!
-Esta bien, mas tarde hablamos. Te dejo ligar. – Lo mire con la ceja arqueada pero el de trenzas ni se percato. Vaya maleducado.
-Adiós. – Vi como Andreas se despedía de Vanessa tan solo con un movimiento de cabeza.
-Lo siento, es que es verdad, no lo había saludado. – Volvió a retomar su lugar junto a mí.
-No te preocupes.
-¿Te llevas bien con Tom?- Pregunto
-Ehm, si. – No pude disfrazar la falsedad con lo que lo decía. Andreas volvió a hacer ese movimiento de cejas. s.
-Okay, esta bien. No mucho.
-¿Eso porque? Tom es muy agradable, y mas con las mujeres guapas como tu. – Volví a sonrojarme.
-Pues, si nos llevábamos bien, pero no se desde que conoci a su novia… - Y puse expresión de circunstancias. Tampoco le pensaba contar lo del beso y todo esa mierda de ¨Me retaste¨ Era absurdo.
-Entiendo, Vanessa es algo especial. Por eso no lo había saludado, quería esperar a que ella se fuera. – Wow, así que no solo a Ame y a mi nos desagradaba. –La soporto por Tom. – Comento llevándose su vaso a los labios.
-¿Y eres soltera? – Me pregunto como el que no quiere la cosa.
-Por el momento si.
-No, no me mientas.
-¡No lo hago! – Reí, este chico me estaba cayendo de maravilla. Era simpático y muy agradable.
-¡Eso es pecado!
-¿Ser soltera? ¿Tú tienes novia?
-No lo digo por eso. Si no que eres bellísima, no pienses que te lo digo para aprovecharme. Es la verdad.
-Gracias. Tú eres muy guapo, ¿Por qué no tienes novia?
-Tú contesta primero.
-Supongo que, no se… La verdad no tengo idea. Supongo que aun no he conocido a la persona que quiero para mi.
-¡Ja! Exigente.
-No, no me refería a eso. Pero ya, es tu turno.
-Yo no tengo novia porque hace poco termine una relación de mucho tiempo así que me estoy dando tiempo. – Lo observe detenidamente. Note que la expresión que mantuvo, feliz y carismática desde que comencé a hablar con el se ensombreció por unos segundos.
-Todo pasa por algo. – Trate de consolarlo.
-Así es. – Volvió a sonreír. -¿Oye? ¿Quieres bailar?- Me propuso, y si quería pero ¡Rayos! Era tan penosa.
-Si claro. – Acepte. El chico se puso de pie y me ofreció su mano. Caminamos y nos colamos en la pista improvisada de baile que estaba frente a nosotros. Todos ahí estaban en un círculo y quien quería pasaba al centro. Una chica se acerco a Andreas y le dio un beso en la mejilla. No puede oír bien que se decían pero luego la chica se dirigió a mí.
-¡Hola! – Me grito en el oído eufórica. –Soy Karen, hermana de Gustav.
-Yo soy Jasmin…
-¡La cumpleañera! ¡Woohh! Te toca bailar- Creo que estaba ebria. La chica me jalo de la mano y nos llevo a ambas al centro de la multitud.
-¡Es su cumpleaños! – Grito a todos. Yo estaba tan desubicada y solo busque con pánico a Andreas. Cuando lo encontré el me sonrió y movió la cadera de una manera graciosa. Me estaba diciendo que bailara. Las personas estaban haciendo un coro incitándome a bailar, y Karen estaba frente a mí. Sin pensármelo para no pasar tanta vergüenza me comencé a mover junto a Karen. La gente volvió a hacer escándalo y me motivo a moverme más y con mas sensualidad. La hermana de Gustav hizo exactamente lo mismo y bajo lentamente mientras yo seguía bailando. De repente escuche otro grito emocionado de los demás y sentí unas manos en mi cintura.
-¡Que bien te la estas pasando!- Ame estaba atrás de mi. Las 3 comenzamos a bailar.
-¡Woohhhh! ¡Ehhhhhh! – El ambiente estaba genial. Después las tres nos apartamos y fui hacia Andreas, Bill ya estaba ahí. Se movia sutilmente y sonreía.
-Lo hiciste bien. –Andreas me dijo al oído.
-¡Jajajaja! – Escuche la estruendosa carcajada de Ame, tenia agarrado a Bill de la muñeca y el solo reía también. Se acerco a tomo a Andreas.
-¡Su turno! – Y los empujo hacia el centro. Los dos rápidamente hicieron un intento de no ser el centro de atención pero la extrovertida hermana de Gustav les impidió que se fueran.
-¡BAILEN! ¡BAILEN! ¡BAILEN! – Gritaron los demás, incluyéndonos. Bill y Andreas comenzaron a hacer movimientos estilo tectonik. Eran algo buenos. Solo bailaron un poco y se quitaron de en medio.
-Tú también bailas bien. – Le di un codazo suave a Andreas.
-¡Ja! Eso no es nada. – La música seguía y ambos seguíamos moviendo nuestros cuerpos. Bill y Ame se nos unieron y nos apartamos un poco de las demás personas. Los cuatro bailábamos al ritmo de la música.
-¿Cómo te la estas pasando? – De hecho ya me sentía mejor y me la estaba pasando de maravilla. Ame siempre me había contado que las reuniones eran tranquilas. Veo que me había mentido pero no me importaba, por muy torpe y poco social que llegara a ser muchas veces me encantaba divertirme y adoraba las fiestas.
-¡Bien! ¿Y tú donde te metiste?
-No encontraba a Bill. – Se encogió de hombros y sonrió ampliamente. La mire con cara picarona ya que haciendo memoria se perdió un tiempo considerable.
-Ah, okay.- Bailamos un largooo rato hasta que estaba sedienta. Andreas me acompaño al minibar donde el ordeno por mi, ya que no sabia que quería tomar.
-Te ordene lo clásico. – Me dio el vaso. –Margarita. Suave para una dama.
-Gracias. – Me sonroje.
-¿Te quieres sentar?
-Si. – Andreas giro buscando un lugar.
-Ven. – Me tomo de la mano y me guio entre varia gente hasta llegar a un sillón.
-¿Ya te la estas pasando mejor?
-¿Que?
-Hace rato cuando te pregunte lo mismo me mentiste.
-No lo hice.
-Claro que si.
-Okay, okay. Ya me la estoy pasando de maravilla. – Aparte de ser la felicidad andante era un detector de mentiras. – Gracias. – Finalicé
-¿Por? – Preguntó extrañado.
-Bueno de no ser por ti tal vez ahorita estuviera sentada.
-En ese caso de nada. Todo un placer.
-¡Cariñooo! –Y de la nada apareció Anthony junto a mí.
-¡Hola!
-Mira te vine a presentar al David Jost. Que me pregunto por ti. Allá vine. – Mire hacia donde me indicaba y no pude distinguir en la tenue luz y el montón de gente hasta que una persona en especifico se comenzó a acercar. Me puse de pie y Andreas hizo lo mismo.
Anthony se acerco al hombre y le digo algo.
-El es David Jost. – Me dijo al oído. Estrechamos manos y una de las luces que había para crear mas ambiente le dio justo en la cara. ¡Madre mía! Estaba más guapo de cerca.
-Jasmin, un gusto. – Le dije.
-David, el gusto es mi. Feliz cumpleaños linda.
-Muchas gracias.
-¡Andy! ¿Cómo has estado? Nada perdido ¿eh?- Andreas solo sonrió y miro hacia el suelo.
-¿Como te esta tratando? Andreas es un pillo aléjate de el linda.
-¡Jajajajaja! – Rio Andy
-¿Mira quien habla? ¿Dónde están tus amigas? – Ataco Andreas
-Okay, okay. No me meteré en ese asunto.
-Hola. – A espaldas de David apareció una figura esbelta y pequeña de estatura la hermana de Gustav. David la saludo con un beso en la mejilla.
-Hola nena.
-¿Anthony ya conoces a Karen? – Los presento David. El amigo de Ame saludo a la chica que sospechosamente llevaba sus manos tras su espalda.
-¿Qué es esto? – Andreas se coloco atras de ella y le arrebato una botella de whisky aunque mantuvo la otra mano tras su espalda.
-Ahh, ¿eso? Pues vine a que se tomaran un trago conmigo.
-Ya estas demasiado ebria. – Respondió Andreas de inmediato.
-Claro que no.
-Gustav nos va a matar si se entera. – Agrego David.
-¡Diablos! Yo soy la mayor, yo debería de regañarlo, no el a mi. Ademas ahorita se esta follando a Ana ni se va a enterar. – Anthony y yo nos miramos sorprendidos y el asintió con la cabeza.
-Dame acá. – Anthony extendió la mano y la chica revelo lo que ocultaba en la otra mano. 5 de esos vasos para shots dobles. Karen le dio uno Anthony y seguido nos ofreció un vasillo a cada uno. Todos tomamos unos, Andreas no muy convencido.
-Vamos, por un trago no pasa nada. – Trate de alentarlo. Odiaba que cohibieran a la gente.
-Esta bien. – Accedió de inmediato. El castaño quien era el que sostenía la botella nos sirvió a cada uno, note como le puso un poco menos de alcohol al shot de Karen. – Pero solo uno. – Agrego
-Si. – Dijo Karen con tono cansino.
-Salud por la cumpleañera. – Levanto David su trago.
-Salud. – Hablaron los demás.
-Gracias. – Y todos al mismo tiempo nos llevamos nuestros tragos a la boca.
Espero que les haya gustado el capitulo de hoy. J Ahh porfin tengo mi celular Android pero no puedo descargar el App estoy apunto de llorar!!! :S Anyways comenten gracia s!
2 comentarios:
estaa superr cool esta segunda temporadaa :DD siguelee tokii muy buenaa !!
Amm ya no la seguiraS?
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